La vejiga dolorosa o cistitis intersticial puede ser tremendamente invalidante. Consiste en síntomas urinarios persistentes con dolor y aumento de la frecuencia urinaria de causa no clara, sin infección urinaria.
La cistitis intersticial tiene mucho que ver con la reumatología. Por una parte las mujeres que padecen cistitis intersticial también pueden tener otros problemas que son habituales en la fibromialgia como migraña, intestino irritable, dolor y cansancio crónico. Por otra parte las enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico o la enfermedad de Sjogren pueden afectar a la vejiga.
Los médicos estamos acostumbrados a reconocer la conexión autoinmune entre enfermedades de los ojos (uveítis), de la piel (psoriasis), del intestino (enfermedad de Crohn), y articulares (artritis). Es habitual la colaboración de oftalmólogos, dermatólogos, reumatólogos, y gastroenterólogos. Sin embargo, la afectación de la vejiga por enfermedades de fuera de la vejiga ni se reconoce ni se busca. Los urólogos no suelen colaborar con los reumatólogos.
Entender y buscar las causas de la cistitis intersticial fuera de la vejiga es una oportunidad para ayudar a estas mujeres.