En cada cosa cotidiana que hacía como desplazarme, cocinar, llevar una simple mochila en la espalda, las bolsas de la compra… sentía un dolor bastante fuerte que me radiaba desde la espalda hacia el pecho y no me dejaba respirar bien hasta el punto de depender de tener cerca la cama para poder tumbarme y que así remitiera algo el dolor.
Tuve que abandonar por completo el deporte.. Mi vida se redujo a estar la mayor parte del tiempo tumbado, los analgésicos y antinflamatorios, trabajar en casa y dar pequeños paseos que me dejaban exhausto
Varón de 45 años derivado por osteoporosis severa de causa desconocida. Había tenido fracturas por fragilidad incluyendo fractura de húmero haciendo natación. Llevaba más de dos años de dolor grave limitante para el que no se había encontrado explicación. Afectaba a columna, tórax, pelvis, extremidades, pies. La gravedad del cuadro clínico le llevaba a estar limitado en cama, “vivía prácticamente tumbado”. Había sido ya atendido por Reumatología y Traumatología. Recibía tratamiento con calcio y vit D. Había recibido alendronato que no había tolerado.
Tenía aftas orales desde la infancia. Llevaba uno cinco años con cansancio y dolor poliarticular. Tenía tendencia a deposiciones blandas.
Se realizó PET y análisis de FGF 23 para estudio de osteomalacia tumoral que fue negativo.
La analítica de enfermedad celíaca fue normal. Las biopsias duodenales fueron normales. No se dispuso de los resultados de la inmunohistoquímica de las biopsias duodenales.
La decisión de tratamiento se tomó en base a la clínica. En octubre 22 recomendé dieta sin gluten y sin proteínas de leche animal junto con suplementos ( vit A, E, B1, biotina, B12, calcio y vit D). En diciembre del 22 tenía clara mejoría del cansancio, de las aftas y también desde el punto de vista digestivo. En marzo del 23 estaba mejorando del dolor articular y óseo. La mejoría del dolor fue progresando a lo largo de los meses. En la última consulta en abril del 24 estaba bien. Había tenido una caída por escaleras sin fracturase.
Comentario
La fragilidad ósea, osteoporosis, es una manifestación clásica de la enfermedad celíaca. Ya he comentado en los casos anteriores y en charlas y publicaciones que las manifestaciones clínicas de la enfermedad celíaca y de la sensibilidad al gluten son muy similares, pero que no hay pruebas que diagnostiquen con certeza la sensibilidad al gluten con pruebas de enfermedad celíaca negativas.
En este caso el conjunto clínico era muy indicativo de sensibilidad al gluten: astenia severa, aftas orales, deposiciones bandas y osteoporosis con fracturas por fragilidad. La rápida respuesta del cansancio, las aftas y digestiva confirmaba la sensibilidad al gluten. Era razonable pensar que el hueso tardase más en recuperarse del déficit nutricional crónico, y así fue. Es de reseñar que se ha recuperado sin medicación específica para la osteoporosis, salvo calcio y vitamina D. En concreto ni me planteé poner bisfosfonatos cuyo mecanismo de acción altera la fisiología del hueso. Le propuse teriparatida. Él prefirió esperar y tuvo razón. Mejoró con dieta calcio , vitamina D, suplementos, y tiempo.
Este caso nos muestra cómo la sensibilidad al gluten también puede manifestarse como osteoporosis, además de poder manifestarse de otras muchas formas como anemia, fatiga crónica, fibromialgia, problemas neurológicos o enfermedades autoinmunes.
Contado por el paciente
Llevaba una vida bastante sana, no fumaba, no bebía alcohol, practicaba deportes.. pero cambió radicalmente hace unos años por una caída que tuve en la que me fracturé una vértebra de la columna dorsal y que me dejó restado de facultades durante mucho tiempo cuando en teoría deberían de haber sido unos meses de recuperación y retomar mi actividad con normalidad.
En cada cosa cotidiana que hacía como desplazarme, cocinar, llevar una simple mochila en la espalda, las bolsas de la compra… sentía un dolor bastante fuerte que me radiaba desde la espalda hacia el pecho y no me dejaba respirar bien hasta el punto de depender de tener cerca la cama para poder tumbarme y que así remitiera algo el dolor.
Tuve que abandonar por completo el deporte y mi vida se redujo a estar la mayor parte del tiempo tumbado, los analgésicos y antinflamatorios, trabajar en casa y dar pequeños paseos que me dejaban exhausto.
Intenté hacer algo de natación rehabilitadora y sufrí fracturas en un hombro. Me recomendaron pilates y empeoré aún más.
A continuación, me empezó a doler la cadera y me costaba permanecer sentado y por último mis pies comenzaron a dolerme hasta tal punto que era un suplicio caminar, ya de por sí, lo poco que caminaba.
Mi experiencia con traumatólogos y reumatólogos de diversos hospitales fue muy decepcionante. Mostraban poco interés por un caso como el mío, pues no parecía grave y teniendo osteopenia-osteoporosis, la solución que me ofrecían era que ya mejoraría con el tiempo y todo movimiento que me causara dolor procurara evitarlo, pero nadie excepto el doctor Isasi se planteó el motivo por el que empecé a fracturarme de esta forma.
Toda mi vida con una sensación constante de cansancio malinterpretado por el estrés diario, el deporte, aftas bucales, problemas gastrointestinales que nunca di mayor importancia, cuál fue mi sorpresa que después de que el doctor me quitara el gluten y la proteína de leche de la dieta, empezara a mejorar rápidamente. Comenzaron a desaparecer los dolores de la cadera, los pies, remitió el dolor de la columna.
Sigo en proceso de mejora y ya puedo caminar distancias más largas, trabajar sentado durante horas sin dolores. Mi vida empieza de nuevo a tomar forma.
Y esa es mi pequeña gran historia…