La superficie intestinal está expuesta a una diversidad de antígenos ( moléculas que estimulan el sistema inmune) que entran en el intestino con la comida, como parte de los alimentos y bacterias con las que convivimos. Las células del epitelio intestinal han desarrollado funciones de barrera que impiden la entrada de esos antígenos en nuestro en nuestro cuerpo. La disrupción de esa barrera intestinal incrementa la permeabilidad intestinal, resultando en el síndrome de la permeabilidad intestinal (leaky gut). Hay comunicaciones que sugieren que el intestino permeable contribuye a enfermedades autoinmunes como la diabetes mellitus tipo 1, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide o la enfermedad celíaca. Más aún, las bacterias del intestino con las que convivimos (nuestro microbioma) tienen un papel fundamental en la regulación de nuestro sistema inmune. En las enfermedades autoinmunes se observan alteraciones del microbioma. La alteración del microbioma se llama disbiosis. Sin embargo los vínculos fisiopatológicos entre la dysbiosis intestinal, el intestino permeable y la autoinmunidad no están completamente aclarados. En este artículo se revisa el actual entendimiento de cómo el microbioma intestinal contribuye a la patogénesis de las enfermedades autoinmunes modificando la barrera intestinal.
El artículo en inglés es de libre acceso en pubmed.