En este artículo expreso reflexiones y experiencias de un reumatólogo que quiere entender, integrar, lo psicosomático. Vengo del mundo ortodoxo, universitario, hospitalario. Del mundo que trata lo somático y que habitualmente considera los síntomas que no puede entender como funcionales. Del mundo que utiliza la palabra “psicosomático” con un sentido tan peyorativo como el de “funcional”. Que tilda, cataloga, clasifica, o incluso diagnostica como funcional o psicosomático lo que no sabe entender y tratar desde lo que le han enseñado, desde sus pruebas y tratamientos farmacológicos.
La persona es una, en su enfermar importan aspectos genéticos, epigenéticos, emocionales, bilógicos, traumáticos, su vida. La dicotomía entre lo psíquico y lo somático es falsa. Obedece a la perspectiva de cada cual, a su formación, a sus creencias, a su forma de ganarse la vida.
Dos ejemplos claros y relacionados de la interrelación entre lo psíquico, prefiero llamarlo emocional, y lo somático son la fibromialgia / fatiga crónica y las enfermedades autoinmunes. En este artículo propongo un modelo integrador para entender y tratar a estos pacientes.
Voy aprendiendo que la causa del enfermar es la vida del paciente, lo emocional y lo somático imbricados, siendo en muchos casos lo emocional, el trauma, lo primero. De esta base mediante varios mecanismos fisiopatológicos en los que interviene el intestino permeable, las alteraciones del eje hipotálamo hipofisario, los neurotransmisores, los linfocitos, la neuroinflamación, las citoquinas, se producen manifestaciones que depende quien las vea son clasificadas en categorías como el listado de diagnósticos psiquiátricos o el listado de clasificación de enfermedades autoinmunes. El mismo paciente puede y suele tener varios diagnósticos psiquiátricos, varias enfermedades autoinmunes, y fibromialgia. El paciente acaba fragmentado con varias enfermedades que son tratadas por diferentes especialistas, recibe múltiples medicamentos y sigue sufriendo. Demasiadas veces he visto al paciente que es tratado con antidepresivos, antiepilépticos, antipsicóticos, corticoides, inmunosupresores, y analgésicos, y sigue sufriendo. Parece que los médicos no entienden que la pregunta no es ¿Qué le doy?
Algo estamos haciendo mal. Me sumo a los que quieren caminar hacia un entendimiento y tratamiento integrador.
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